En lo profundo del paradisíaco enclave de Sotogrande, donde el sol acaricia suavemente la costa y el mar abraza la tierra, en la privilegiada zona de La Reserva, se alzará esta pieza arquitectónica. Una lujosa villa enclavada en una parcela de 2000 m2 de terreno abrupto pero privilegiado por sus vistas panorámicas. Sin duda alguna, una de las mejores parcelas de la urbanización. Y así, Villa Altair, con sus más 1600 m2 construidos se posicionará en lo más alto del enclave, creando un hito arquitectónico en perfecta armonía con su entorno natural.
Concebida para integrarse en la topografía y respetar la belleza escénica de su ubicación, la villa se despliega por toda la parcela en una planta, diseñada con la sofisticación y la funcionalidad en mente. Con un proyecto audaz, se divide la residencia en dos alas cuidadosamente diferenciadas: las estancias diurnas y las nocturnas. Dos piezas arquitectónicas que se entrelazan en el acceso en una coreografía perfecta. Se genera una bisagra que será clave en los recorridos interiores de la residencia. En este punto es por donde se realiza el acceso peatonal, a través de seis escalones que nos permiten ir descubriendo toda la fachada de la avenida. Una vez superados, nos sumergen bajo una zona de pérgola en la que confluye la lámina de agua y el recorrido peatonal hacia la gran puerta pivotante de acceso. Este espacio de pequeña escala será un lugar de transición que al atravesar el umbral y acceder nos permitirá fluir hacia el exterior con los límites interiores totalmente desdibujados. La intersección de lujo y confort se fusiona con la elegancia, mientras esta villa revela sus secretos únicamente a aquellos afortunados que la visitan. La planta diurna se despliega, con espacios diáfanos y una altura que parece tocar el cielo. Desde aquí, los amplios ventanales permiten que el paisaje se convierta en una obra de arte en constante cambio, mientras que los salones y el comedor, bañados en luz natural, invitan a momentos únicos. Estos a su vez permitirán ventilaciones cruzadas en aquellos días en el que Levante o Poniente soplen en nuestra costa. En contraste, la pieza de las estancias nocturnas se presenta hacia el exterior como un santuario de descanso y privacidad. Las habitaciones, dispuestas estratégicamente para maximizar las vistas hacia el mar, se integran de manera sublime en la fachada principal, como una pieza sólida y de menor altura que acaba volando sobre la ladera.
En la planta sótano nos encontramos los espacios destinados al ocio. Un estudio a doble altura por el que discurre la escalera principal, una sala audiovisual, un spa con piscina interior climatizada y un amplio gimnasio se benefician de la luz natural que se filtra a través de lucernarios estratégicamente ubicados en la lámina de agua exterior. Además, un generoso aparcamiento para cuatro vehículos con zona de trastero y trabajo y una zona de servicio garantizan la funcionalidad en todo momento. En esta zona nos encontramos con un dormitorio anexo, un espacio de lavandería y una amplia sala de instalaciones para albergar toda la tecnología presente en la vivienda. Desde su distribuidor se podrá acceder a un patio de servicio que nos permitirá tener una zona para tender y realizar otro tipo tareas. Todo oculto desde el exterior. En esta misma planta, pero a cota de jardín, nos encontramos con una máster suite para invitados que posee una zona privada de terraza y conecta directamente con el exterior. Su posible acceso independiente y su intimidad con respecto al resto de las estancias conformarán un pequeño refugio para nuestros huéspedes.
En Villa Altair, el acceso a cada rincón está asegurado, gracias a un ascensor que conecta ambas plantas, además de la escalera principal y de la secundaria en el exterior. Ofrecer la oportunidad de que no haya impedimentos para disfrutar de cada estancia forma parte de ese compromiso con un diseño de máximo confort. La sostenibilidad y el respeto por la naturaleza son pilares fundamentales de este proyecto. La villa no solo se adapta a la topografía de manera elegante y sinuosa, sino que también incorpora elementos sostenibles en su diseño y funcionamiento. La sensación térmica creada por la lámina de agua que rodea la vivienda no solo es estética, sino también funcional al proporcionar enfriamiento natural en los calurosos veranos. Por otro lado, la iluminación de alta eficiencia realzará los espacios y resaltará cada detalle del mobiliario minimalista que define con exactitud el interior, así como el uso domotizado de stores y foscurits nos permitirá tener un control eficiente y óptimo de la radiación solar incidente en las estancias. La vegetación autóctona abraza la villa, difuminando los límites entre lo construido y lo natural. Amplias terrazas y una pérgola de madera para comidas en el exterior proporcionan el escenario ideal para eventos sociales al aire libre. La piscina, infinity pool, epicentro alrededor del cual se distribuye el diseño, agrega un toque de sofisticación y serenidad tanto a espacios exteriores como interiores. Todas las estancias de planta baja vuelcan hacia ella buscando su armonía. Juega un papel fundamental, tanto en la distribución de dichos espacios, así como en el disfrute del cielo azul claro con el que se diluirán los límites mientras nos bañamos en ella. También desde el exterior de la propia parcela tendrá una presencia importante, ya que esta edificación presenta un alzado más tímido y contenido por el cual se accede peatonalmente; pero también otro más potente y extenso en el que la piscina se desborda en el centro del conjunto y del cual se podrá disfrutar recorriendo las vías de la urbanización o entrando en la parcela por su acceso rodado, que se encuentra en el punto más bajo.
La paleta de colores neutros que unifica los materiales de las fachadas, junto con los amplios ventanales y sus porches, para controlar la irradiación dentro de los espacios, garantizan esa integración sin esfuerzo entre interior y exterior. Por todo ello, Villa Altair no es simplemente una residencia más en la exclusiva zona de La Reserva en Sotogrande. Es una experiencia en sí misma para vivirla día a día y disfrutarla visualmente tanto desde dentro como desde fuera. Una sinfonía de diseño, exclusividad, confort y sostenibilidad con el que se pretende elevar el estándar de la arquitectura contemporánea. Una elegante y lujosa residencia que respira con el entorno y ofrece un retiro idílico donde los sueños se entrelazan con la realidad.
Habitaciones
6
Baños
8
Gimnasio
Si
Sala de audiovisuales
Si
Spa
Si
Lavandería
Si
Vinoteca
Si
Parcela
2052.00 m2
Jardín
813.59 m2
Construidos
1636.82 m2
Piscina int.
8.73 m2
Piscina ext.
89.87 m2
Parking int.
85.65 m2
Parking ext.
150.91 m2