En las colinas escarpadas de La Reserva, una de las zonas más privilegiadas de Sotogrande por su tranquilidad y exclusividad, se encuentra esta pieza arquitectónica que fusiona la arquitectura moderna con la naturaleza circundante. Esta villa de ensueño, asentada en una generosa parcela de aproximadamente 2.600 metros cuadrados, se alza majestuosamente con una orientación que captura las vistas panorámicas más impresionantes que dicha urbanización tiene para ofrecer.Con una elegancia muy sutil se integra perfectamente en el terreno esta villa, de dos plantas y un espacioso sótano, que no solo abraza la topografía acusada de su entorno, sino que también redefine el concepto de habitabilidad fusionando el confort y la intimidad con la elegancia y la exclusividad. Una pasarela acristalada, protegida con lamas de madera, conecta dos volúmenes independientes, generando un jardín interior que, como un oasis, envuelve al programa arquitectónico en una serena armonía.El viaje hacia el interior de la villa es una experiencia en sí misma. La vegetación nos invita a explorar fluidamente el espíritu de la parcela. Una puerta pivotante de gran envergadura marca el comienzo del recorrido, y al cruzarla, la transición hacia el exterior se convierte en un abrazo a la naturaleza circundante y a la intimidad. Los jardines cuidadosamente diseñados nos hacen olvidar que estamos dentro de la ciudad, sumergiéndonos en un mundo de calma y serenidad.El gran hall a doble altura actúa como un umbral hacia el interior. En la planta baja, los amplios salones, el comedor y la cocina se despliegan estratégicamente para capturar las vistas hacia levante, donde el mar marcará nuestro horizonte.Al otro lado del patio interior nos espera, tras recorrer el distribuidor, un estudio con terraza privada.La planta superior es un refugio de descanso, donde todos los dormitorios están convenientemente dispuestos para observar las vistas al sur, brindándonos espectaculares perspectivas del Estrecho de Gibraltar y, en los días más claros, incluso del continente africano.Las grandes cristaleras permiten que se inunden las estancias de luz natural a la par que una conexión fluida con el exterior, que persiste incluso cuando los ventanales están cerrados.En el sótano, la funcionalidad, el entretenimiento y el placer se fusionan a la perfección. Un amplio estacionamiento para cuatro vehículos con zona de almacenamiento abre su gran puerta hacia el exterior para conectar, mediante una amplia rampa, directamente con la calle. La sala audiovisual, el gimnasio y el spa completo con sauna y piscina climatizada se distribuyen sin interferencias con la zona de servicio, que cuenta con una gran sala de instalaciones para albergar toda la maquinaria necesaria para las máximas comodidades de la villa, una suite completa con luz natural y una zona de lavandería que dan a un patio secundario, donde poder realizar tareas como tender ropa, totalmente oculto a lo que está pasando en el resto de la villa.Y, por supuesto, la joya de la corona: la piscina exterior. Un mosaico de azules que se fusiona con el cielo y el mar Mediterráneo encapsula la esencia de la vida en Sotogrande: lujo, seguridad, serenidad y una conexión sin fisuras con la naturaleza circundante. En la amplia terraza que da a esta piscina se acogerán eternas reuniones en las noches veraniegas, calmando las altas temperaturas con el agua fresca desbordante de este elemento central.La sostenibilidad es también una piedra angular en este diseño. Además de disponerse de la última tecnología, las instalaciones estarán diseñadas para ser altamente eficientes, así como la propia materialización de la edificación. El respeto al medio ambiente está presente incluso en la elección del paisajismo. La vegetación será autóctona, olivos, jacarandas y lentiscos, con la intención de conseguir un fuerte arraigo y la disminución de los recursos hídricos, dada las bajas necesidades de riego de estas especies.Esta vegetación se fundirá con los materiales y los colores neutros empleados como base del proyecto en una simbiosis perfecta. El uso de diferentes materiales como la piedra, la madera, y colores como el blanco o el beige nos permitirán una arquitectura atemporal personalizada con una decoración y una iluminación cuidada hasta en el último detalle. La elegancia y la exclusividad nunca pasan de moda y nos permiten realzar aquellos aspectos a los que sus habitantes deseen dar protagonismo.Esta villa trasciende la arquitectura convencional. Es una obra arquitectónica, de más de 1700 m 2 construidos entre exteriores e interiores, que no solo ofrece modernidad y lujo, sino que también respeta y celebra su entorno natural. Cada elemento está cuidadosamente considerado, cada rincón diseñado para brindar comodidad, estilo y una experiencia de vida inigualable. Esta villa en La Reserva, Sotogrande, es una promesa cumplida de sofisticación moderna en armonía con la naturaleza.